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El Wick High School ofrece a sus profesores y alumnos libertad y flexibilidad para explorar proyectos digitales

El reto

Wick y las poblaciones cercanas, de cuyas escuelas de primaria salen los alumnos que luego estudiarán en el instituto, están relativamente alejadas de las principales ciudades. Inverness, que es el núcleo urbano más grande de la zona, está a unas dos horas y media en coche. Los educadores son muy conscientes de la necesidad de que los alumnos desarrollen competencias que resulten interesantes para las empresas. Con suerte, también conseguirán inspirar a los alumnos para que no consideren necesario abandonar la región después de graduarse.

"Muchos jóvenes se marchan en cuanto termina su etapa escolar, las ciudades tienen mucho tirón", asegura Chris Aitken, profesor de informática en el instituto de secundaria Wick High School y antiguo alumno del centro. Cree que las escuelas locales pueden contribuir a invertir esta tendencia, no solo formando bien a los alumnos, sino también buscando oportunidades para que las empresas locales se fijen en lo que son capaces de hacer. "La experiencia práctica en tecnología es una forma de ofrecer a los alumnos las habilidades que necesitan para los empleos de la nueva economía", opina Aitken.

Con las miras puestas en este objetivo, el instituto adoptó Google Workspace for Education en el 2014. Sin embargo, los alumnos solo podían trabajar con Google Workspace en los dos laboratorios de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) del centro, equipados con ordenadores. "No teníamos mucha flexibilidad", explica Aitken. "Si queríamos usar los ordenadores para dar clase, teníamos que reservar la sala TIC, trasladar ahí a la gente y configurarlo todo. Era un proceso ineficiente".

En su propia clase de informática, Aitken se dio cuenta de que había más limitaciones. La informática física, es decir, combinar el hardware con la programación, tiene un papel muy importante en su asignatura. Sin embargo, para usar equipos Raspberry Pi, su dispositivo preferido para enseñar programación básica, necesitaba un teclado y un ratón para cada uno, por lo que perdía mucho tiempo de clase en organizarlo todo.

Además, como los ordenadores del centro estaban gestionados de forma centralizada, a los profesores no les resultaba fácil pedir o instalar el software que necesitaban para sus clases. Tenían que solicitar las herramientas necesarias y esperar hasta recibir el visto bueno.

"Si diseñas un plan de estudios sobre un lenguaje de programación como Python, pero luego no puedes instalarlo, limita bastante tus posibilidades a la hora de dar clase", afirma Aitken. "A lo mejor un profesor quería experimentar, pero tenía que esperar dos meses para poder hacerlo. Se perdía la capacidad de impacto y la motivación de poder enseñar algo al momento. Pasábamos mucho tiempo ideando soluciones alternativas".

La solución

La adopción de Google Workspace por parte del centro en el 2014 fue un primer paso inteligente hacia un nivel más elevado de flexibilidad y capacidad de elección, pero Google Classroom y los Chromebooks son las soluciones que acabaron convirtiendo el paquete completo en indispensable y omnipresente en todo el centro.

"Classroom nos ayudó a conectarlo todo", nos cuenta Aitken. "Desde el momento en que lo pusimos en marcha, nuestros profesores lo aceptaron sin reservas, por su cuenta, sin ningún plan de implementación formal".

Classroom ha tenido un efecto importante en el modo en que los alumnos y los profesores se comunican en el contexto de las clases. Antes se hacía todo en papel. Los alumnos realizaban las tareas y luego esperaban a que los profesores hicieran las correcciones. Actualmente, la colaboración se lleva a cabo en Classroom en tiempo real. "Hoy en día, los alumnos esperan que todo sea rápido", nos cuenta Aitken. "Con Classroom, podemos trabajar a ese ritmo al corregir trabajos o transmitirles nuestros comentarios, y a los profesores les resulta mucho más fácil."

Al igual que otros centros del municipio de las Tierras Altas, el instituto de secundaria Wick High School adoptó un programa Chromebook individualizado en el 2018. "Los cuatro años que habíamos pasado usando Google Workspace allanaron el camino para adoptar los Chromebooks", afirma Aitken. "Son como una extensión del navegador Chrome y, gracias a ellos, todo lo que hacemos es más fácil y accesible".

En vez de limitar el aprendizaje digital a los laboratorios de TIC, los alumnos pueden trabajar desde cualquier lugar. "Pueden compartir lecciones con otros alumnos o hacer los deberes en el autobús con un teléfono móvil", afirma Aitken. "Es una forma muy diferente de aprender y trabajar, y estas prácticas recomendadas se están extendiendo de forma generalizada por las Tierras Altas".

Ventajas

Permiten enseñar a los alumnos a aplicar competencias digitales

A Aitken le apasiona enseñar competencias digitales, al igual que demostrar a los alumnos cómo se puede aprovechar la tecnología para hacer el bien. Cada año, utiliza material del programa Apps for Good (Aplicaciones por una buena causa) del Reino Unido, orientado a que los alumnos ganen confianza en el uso de tecnología y se esfuercen por resolver algún problema de la sociedad, desde gestionar la trazabilidad del ganado hasta reducir la cantidad de residuos que acaban en los vertederos.

En el segundo trimestre del 2019, los alumnos de Aitken decidieron enfrentarse al problema de la seguridad de los ciclistas en la ruta turística "North Coast 500", que serpentea por la línea costera de las Tierras Altas escocesas. El aumento del tráfico y la visibilidad reducida son factores que provocan un gran número de accidentes y lesiones entre los ciclistas. Aitken y sus alumnos decidieron equipar una bicicleta con tiras LED AdaFruit, programadas con dispositivos Raspberry Pi para cambiar de color cuando el ciclista frenaba, ganaba velocidad o señalizaba un giro.

"El problema es que necesitábamos un teclado y un ratón conectados al Raspberry Pi para modificar el código", afirma Aitken. Encontró una extensión de Chrome para Terminus, una interfaz que les permitió usar el protocolo SSH para que los Chromebooks se conecten a dispositivos Raspberry Pi a distancia, sin necesidad de pantallas ni teclados. Mientras programaban las luces, los alumnos podían ver la velocidad de la bicicleta en sus Chromebooks, y también podían usar VNC Viewer para Chrome para ver el escritorio del Raspberry Pi.

Los alumnos llevaron su "bici luminosa" a la feria de ciencias y matemáticas Big Bang de Birmingham en marzo del 2019. 1500 personas pudieron probarla y ver las luces en acción.

"Ahora tenemos mucha más libertad y flexibilidad para usar los dispositivos Raspberry Pi para la informática física, sin el estrés añadido de configurar dispositivos", afirma Aitken.

Ayudan a llamar la atención de la comunidad sobre las competencias digitales de los alumnos

El proyecto de bici luminosa generó mucho interés en la comunidad del instituto de secundaria Wick High School. De hecho, incluso se está hablando de la posible creación de un club de inventores para que los habitantes de la localidad sugieran problemas que los alumnos quizá puedan resolver con ingeniosas soluciones tecnológicas. Aitken cree que es el tipo de iniciativa que puede conseguir que las empresas tecnológicas de las Tierras Altas se fijen en el talento de la comunidad local.

"Espero que podamos crear vínculos entre las empresas y las escuelas para establecer un invernadero de talento local", afirma Aitken. "Proyectos como el de la bici luminosa consiguen que las empresas pongan cara a los alumnos. Esto supone que los alumnos pueden quedarse en su localidad después de graduarse y que se valoren otros modelos de cualificación, como los de aprendizaje profesional de base".

Herramientas como Google Workspace, Classroom y los Chromebooks están ayudando a los alumnos a darse cuenta de que Wick puede formar parte de la economía mundial. "Las posibilidades del aumento de la conectividad y el trabajo remoto permiten que los jóvenes se puedan plantear horizontes más amplios sin tener que abandonar su localidad", opina Aitken.

Proporcionan a los profesores la inspiración para permitir que los alumnos decidan su modo de aprendizaje

Según Aitken, con los Chromebooks, Google Workspace for Education y Google Classroom, los profesores tienen la posibilidad de crear proyectos innovadores, como el de la bici luminosa.

"En los centros educativos escoceses, la idea es que la enseñanza esté influida al menos en parte por la opinión de los alumnos. El plan de estudios escocés orientado a la excelencia exige que el modelo de enseñanza tenga en cuenta las opiniones de los alumnos y lo relevante que sea el conocimiento para ellos", nos explica Aitken. "Buscamos oportunidades para explorar las direcciones que quieren recorrer los alumnos, en vez de obligarles a ir por un camino fijo. Pero antes no teníamos la flexibilidad necesaria para poner en práctica esta filosofía".

El cambio de laboratorios informáticos poco flexibles y gestionados de forma centralizada a herramientas en la nube y dispositivos para cada alumno ha abierto la puerta a nuevos enfoques educativos. Ahora, si los profesores descubren una aplicación que quieren probar en clase, todo es más rápido y tienen que dar muchos menos pasos.

"Nuestros profesores están aprovechando al máximo Google Workspace y los Chromebooks, y muchos de ellos se sienten lo suficientemente seguros como para experimentar con las herramientas", afirma Aitken. "No tienen miedo, se atreven a experimentar".

"Nuestros profesores están aprovechando al máximo Google Workspace y los Chromebooks, y muchos de ellos se sienten lo suficientemente seguros como para probar las herramientas. No tienen miedo, se atreven a experimentar".

Chris Aitken, Profesor de informática, Wick High School

Qué querían hacer

  • Alejarse del modelo de laboratorios de tecnología de la información (TIC) poco flexibles
  • Facilitaron el uso de herramientas de informática física
  • Ayudaron a los alumnos a desarrollar competencias digitales interesantes para las empresas locales

Qué hicieron

  • Implementaron Google Workspace y Google Classroom
  • Adoptaron un programa Chromebook individualizado
  • Usaron Chromebooks para mejorar los proyectos de informática física

Qué lograron

  • Ofrecieron a los alumnos experiencia práctica en tareas de programación
  • Inspiraron a los alumnos para afrontar proyectos digitales relevantes en su comunidad
  • Ayudaron a los profesores a experimentar con las aplicaciones prácticas de la tecnología en sus clases

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