Le damos a la inteligencia artificial algunas funciones sociales
La Reunión Anual de los Nuevos Campeones de 2016, que se realizó en Tianjin, China, incluyó, entre otras cosas, un notable debut: SARA, la asistente robótica con sentido social que puede interactuar con las personas de una forma completamente novedosa. En lugar de simplemente reemplazar la función de un asistente humano o de procesar y entregar información de manera impersonal, SARA fue diferente: intuitiva, amigable y simpática. Además, estaba diseñada para "colaborar" con usuarios humanos, reconocer sus expresiones faciales y responder a ellas, aprender las preferencias de los demás y mejorar el desempeño de las tareas en función de los usuarios con los que interactuaba. Asimismo, esta asistente virtual estaba programada para aprender ciertas señales sociales, como asentir con la cabeza mientras un usuario habla y comprender diferentes entonaciones.
Medio año más tarde, en enero de 2017, el proyecto se presentó en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, y fue la única demostración que se exhibió en el Centro de Congresos de Davos. SARA actuó como una asistente personal virtual que les brindaba a los participantes información sobre las sesiones que se realizarían, les presentaba a otros participantes relevantes, recomendaba lugares para comer y mucho más.
En un principio, SARA cumplía la función de una asistente personal virtual con una aplicación específica que ofrecía ayuda durante la conferencia y, además, interactuaba con los invitados. Pudo aprender sobre los intereses y los objetivos de los líderes globales para, luego, recomendarles sesiones que les resultaran útiles y atractivas. Y lo que es aún mejor, SARA pudo usar sus conversaciones para formar relaciones con cada persona que habló con ella y, de esa forma, obtuvo más información sobre sus preferencias y objetivos. Luego, con estos datos, pudo ofrecer una ayuda aún más personalizada en las conversaciones posteriores, lo que mejoró el desempeño de las tareas.
SARA fue la creación de Articulab, un pequeño equipo de la Universidad Carnegie Mellon cuya misión consiste en el estudio de la interacción humana en contextos sociales y culturales como dato para los sistemas informáticos, los cuales, a su vez, nos ayudan a comprender mejor esta interacción. ¿Cómo se comunican las personas con la tecnología y cómo podría mejorarse esa comunicación con el tiempo? Al igual que para las personas, el establecimiento de lazos sociales es fundamental. Tal como lo señaló el equipo de Articulab en relación con SARA, "en vez de ignorar los lazos socioemocionales que forman la estructura de la sociedad, SARA depende de esos lazos para mejorar sus habilidades de colaboración".