Mejoras en el acceso a herramientas de aprendizaje para alumnos de zonas rurales
En lugares como el distrito escolar de McGuffey, la tecnología puede contribuir en gran medida a estimular a los profesores para que den a sus clases un enfoque más creativo y personalizado. Pero en este distrito, mayoritariamente rural y de bajos ingresos, muchos alumnos no tienen acceso en sus casas a dispositivos de aprendizaje como los ordenadores, y el acceso a Internet de alta velocidad en algunas zonas remotas es limitado.
Teresa Engler, que llevaba 30 años como profesora de Ciencias del centro de secundaria McGuffey y hace poco pasó a ser coach de tecnología, ha podido comprobar el impacto que ha tenido en el distrito sustituir las aulas de informática por Chromebooks. Antes, los 166 profesores del distrito tenían que arreglárselas con dos aulas de informática para cuatro centros educativos, cada una de ellas equipada con unos 25 ordenadores.
"Los profesores tenían que reservar el aula y luego invertir tiempo en llevar a los alumnos hasta ella", recuerda Engler. "Hacíamos esto y tardábamos cinco minutos en iniciar sesión en los ordenadores y otros cinco en cerrarla, por lo que a los alumnos les quedan unos 20 minutos para usar el ordenador".
Cuando Digital Promise (organización sin ánimo de lucro del ámbito de la educación) dio una subvención a este distrito destinada a la compra de unos 170 Chromebooks en el 2013, la transformación hacia el aprendizaje personalizado y dirigido por alumnos empezó de inmediato, incluido el uso de herramientas de Google Workspace for Education como Classroom y Hojas de cálculo.
"Con Google Classroom descubrimos lo que era de verdad el aprendizaje personalizado", señala Engler. "Lo empezamos a usar inmediatamente para modificar las clases de alumnos concretos o para comentar sus tareas si queríamos ayudarles a entender mejor un tema".
Como los alumnos pueden acceder a las herramientas de Google Workspace for Education desde todo tipo de dispositivos, tienen la opción de trabajar desde cualquier lugar, ya sea en salas de estudio, en el autobús yendo o volviendo del centro educativo o en casa. "Los alumnos que no tienen acceso a Internet sí que suelen tener teléfonos con cobertura móvil", asegura Engler. "Tenemos una política de "trae tu propio dispositivo" en nuestras escuelas, así que los alumnos pueden acceder a los enlaces enviados a través de Classroom por los profesores y hacer sus tareas desde cualquier lugar".